Es una decisión que he tomado tras haberlo meditado bastante y creo que es de las mejor que he hecho. Me he quitado la Coca-Cola para siempre. Ahora os explico los síntomas del después y el porqué de esta decisión.
De niño me enseñaron a beber Coca-Cola, mis padres después del trabajo, a mediodía, se iban de pintxos a los bares de alrededor, y a mi siempre me pedían una fanta de naranja y unas patatas fritas matutano. Más tarde probé la CocaCola, y lo hice en secreto porque me decían que esa bebida era para mayores. Que cojones, esa extraña bebida negra me volvía loco, de ahí que me la prohibieran. Ya de por si yo era un niño hiperactivo, pero bebiendo Coca-Cola esto se acentuaba cosa mala. No paraba de dar saltos y me aceleraba molestando a todo el que se me pusiera por delante. Mis padres me la llegaron a prohibir porque me convertía en una bestezuela incontrolable.
Después, cuando ya tuve una edad, utilizaba la Coca-Cola antes de los conciertos de mi grupo Miles de Albañiles para animarme. La mezcla de una Coca-Cola con una palmera de chocolate era mi droga. Salieron unos conciertos muy divertidos.
Más tarde, cuando tenía que actualizar la página web con un artículo divertido, hacía lo mismo. Me tomaba una Coca-Cola con una palmera y me volvía súper hiperactivo. Y todo lo que no había hecho en una semana, lo hacía en una tarde. Enloquecía completamente.
Ese truco lo fui haciendo durante mucho tiempo, con el consiguiente sobrepeso, hasta que un día me di cuenta que la Coca-Cola ya no me hacía tanto efecto y que tenía que tomarme dos o tres para conseguirlo. Sin darme cuenta, estaba tomando cuatro latas de Coca-Cola al día y lo peor era que mi cuerpo me lo pedía.
Es cuando empecé a investigar un poco por Internet sobre los efectos de la Coca-Cola y no encontré nada serio, todo eran vídeos conspiranoicos en YouTube diciendo tonterías.
Tuve que vivir un caso que le pasó a un conocido para que me diera cuenta del peligro real de esa sustancia. Allá por 1993 yo trabajaba en un estudio de Animación en Barcelona, haciendo dibujos animados. Solía quedarme toda las noches junto al dueño de esa empresa, un tal Andreu, que su principal característica, además de ser una persona fantástica, era que no paraba de beber latas de Coca-Cola.
Un verano me fui a trabajar a Mallorca y dejé en pausa el trabajo de dibujos animados, y es cuando me dan la terrible noticia de que Andreu se había muerto de cancer. Pero si solo tenía 50 años, ni fumaba ni bebía. que pudo haber pasado?
Había sido la Coca-Cola que le había mandado al otro barrio? Allí quedó la cosa. Muchos años después, me encontré una noticia en un periódico que decía que una chica joven se había muerto de cáncer con 20 años. Su amiga de toda la vida culpaba a la Coca-Cola de haber sido el culpable de su muerte, ya que ella como mi amigo Andreu, tomaba muchas Coca-Colas al día. Investigando por internet, hay un montón de información sobre eso. Incluso hay gente que ha muerto por beber demasiado Cocacola.
Esto me hizo reflexionar y pensar que posiblemente algo no nos están contando de esa bebida refrescante. Hay tantos procesos químicos, y tantas sustancias en esa bebida, que me hace desconfiar. Hay videos por Internet que muestran trozos de carne que pasan toda la noche en un vaso de Coca-Cola y que se desintegran al día siguiente, o el uso que se da para desatornillar tornillos, o limpiar clavos oxidados. En realidad ¿esto nos lo metemos en el estómago?
No se, a mi me hace sospechar… y creo que seguiré sin beber ni ese ni ningún otro refresco