Cuando tenia entre 16 y 21 años tenia por costumbre siempre comerme para merendar uno o dos sandwiches de nocilla. Los tomaba con abundante nocilla, y cuando salió el pan para hamburguesa o esos bollos para hot dogs, solia meterles nocilla a saco y venga, padentro. Era cuando hacia deporte como un animal, entrenaba haciendo remo o rugby y eso no me producia un engorde sustancial. Era feliz.
No se por qué, pero dejé de tomar eso desde hace muchos años (bueno, quizas me di cuenta que era una bomba calórica de cojones), y ayer, de forma casual, se dieron las circunstancias para obrar el pecado. Alguien en la oficina compró pan bimbo y Nutella. Despues de una siestaca de 45 minutos que me eché en la ofi, lo primero que me vino fueron unas ganas enormes de comer algo dulce, para despejarme y ponerme en marcha. Coño, el famoso sandwich de nocilla!! ahora puedo comerlo que lo tengo aqui. Tras una pequeña y poca exitosa guerra contra mi mismo, cai en la tentacion y me hice el sandwich. Fue darle el primer bocado, y una ola de nostalgia se apoderó de mi. Me vi teletransportado a mis 16 años, merendando despues del cole. Alucinante. Que experiencia.
Ahora, el dia siguiente es cuando viene toda la culpa, que si no debo comer eso, que si tiene calorias, que si bla bla. Y lo entiendo, pero el chute que ha sido comerme ese sandwich en mi cerebro, llevandome a otros mundos que ya no estan en este, no me lo quita nadie.
PD. Ya he ido a dos sesiones con una psiquiatra y me ha molado. Seguiré yendo un tiempo, me ha dicho que los cambios los iremos introduciendo poco a poco, que la idea es adelgazar casi sin darme cuenta en el tiempo. Que como de manera muy desordenada. Estoy ilusionado, poco a poco a ver si este plan funciona. Os ire informando.